Una de las definiciones de Transformación digital dice:
Es el cambio organizacional a través del uso de tecnologías digitales y modelos de negocios para mejorar el rendimiento o alcance de una empresa.
Esta definición nos indica que si realizamos el cambio utilizando la tecnología y un modelo de negocio adecuado, mejoraremos el rédito de nuestra organización, pero sabemos por experiencia que no todo es tan directo, para que se cumpla con éxito depende de muchos factores.
Estos conforman tanto beneficios como riesgos y existen en todas las industrias, sectores, empresas grandes, pymes o profesionales, mas no se distribuyen en forma equitativa.
Algunas tienen mayores inconvenientes que las demás, y algunas tienen más beneficios que otras, depende del tipo de empresa y del nivel de Madurez digital en el cual se encuentran, de la planificación, la ejecución, el control…
Para disminuir las desventajas, riesgos y optimizar el rendimiento tenemos que conocerlos y tomar ciertas precauciones.
¿Cuáles son?
En realidad, no hay una receta y cada situación de Transformación digital es única, así debe ser manejada.
Lo que puede ser exitoso en un tiempo y contexto, también puede ser un escollo en otro momento o fallido para otras empresas. Esto significa que debemos tomar la experiencia que tuvimos, pero también, deberemos analizar el cambio que ejecutaremos aquí y ahora.
Por supuesto que tenemos que partir de algo, y estos son los factores que nos condicionan.
Veremos 3 de los más relevantes, y que además están conectados entre sí.
La magnitud de la Transformación digital
El libro Dirección empresarial asistida: Cómo alinear estratégicamente su organización, de Ruiz Ordoñez y otros, cita que la complejidad de la transformación aumenta cuanto mayor es su magnitud y menor la disposición a cambiar en las personas involucradas.
Si la Transformación digital es compleja, los recursos que necesitamos son mayores y, también la estructura para sostener esa muda.
Si la transformación solo incluye algunos cambios, las dimensiones del proyecto serán menores y más manejables.
Transformar necesita que seamos proactivos hasta conseguir los objetivos, y muchas veces no es fácil sostenerlo en el tiempo.
Hay aspectos a considerar:
- Número de personas involucradas
- Tiempo para implementar la Transformación digital
- Cantidad de personas impactadas
- Grado de colaboración requerido
- Cantidad de individuos y grado de capacitación necesarios
- Áreas que requieren cambios simultáneos
- Proceso de aprendizaje
Predisposición a la Transformación digital
Este factor está relacionado con el anterior, la magnitud, y la menor o mayor predisposición de la gente involucrada puede aumentar su envergadura, hasta el punto de ser inmanejable o no salir de la zona de transición (ver fases naturales del cambio), con sus consiguientes perjuicios.
No todos los individuos están inclinados a realizar esfuerzos y, muchas veces, las mismas personas que están dispuestas pueden volver a ejecutar los viejos procesos. Existen puntos que afectan la predisposición:
- Comprensión de la necesidad de Transformación digital del negocio
- Grado de consenso de los ejecutivos de la empresa
- Apoyo de todos los involucrados
- Historia pasada de cambios, ¿han sido exitosos?, ¿se han frustrado?, ¿qué secuelas han quedado?
- Confianza en la gestión de cambio de la empresa
- Necesidad de transformaciones culturales
- Recursos dedicados, calidad y cantidad
- Número de iniciativas de cambio simultáneas
La Transformación digital debe apuntar a ser efectiva y duradera, que permanezca en el tiempo y esto solo se consigue con el aprendizaje, la identificación y la internalización de los nuevos patrones de cambio.
La motivación, el compromiso y la transparencia juegan un papel importante y, actuar en forma positiva sobre ellas significa inclinar la balanza hacia los objetivos.
Etapas naturales del cambio
La Transformación digital es un proceso que nos enfrenta con tres fases, dentro de las cuales nos movemos:
- Situación inicial o actual, de la que queremos salir
- Situación objetivo deseada o futura, que consideramos más beneficiosa para la empresa y es a la que queremos llegar
Pero, entre estas dos etapas nos encontramos con otra, que muchas veces no valoramos lo suficiente y nos puede dejar varados:
- Es la más difusa
- Difícil de manejar
- No la ubicamos ni como inicial ni como final
- Tiene aún desventajas de la situación inicial
- No posee todas las ventajas del estadio final
- Hay trabas, dificultades y costos ocultos.
- Anida un decaimiento temporal del nivel de desempeño
Es la llamada situación de transición.
La disminución de la productividad es normal, en esta etapa, y debemos esperarla. Ello se debe a la falta de condiciones para operar en el nuevo entorno de la transformación. Aprender a nivel organizacional y a nivel personal; aplicar recursos y nuevas habilidades al viejo y al nuevo esquema de trabajo requiere esfuerzo, buena voluntad y tiempo.
Aquí, debemos actuar apoyando a la gente, supervisando, aplicando técnicas para favorecer su compromiso.
Los riesgos involucrados en esta zona no podemos perderlos de vista , cuánto más corta, más favorable será la Transformación digital.
Corta no significa que debemos evitarla, no considerarla o no atribuirle importancia. Sino que acortarla es la clave, teniendo en cuenta que sí o sí existe, que sí o sí la pasaremos de una forma u otra.
Podemos actuar:
- minimizando el decaimiento sin resignar la profundidad requerida para la transformación
- disminuyendo su tiempo de duración,pero atendiendo a la capacidad de la organización en general, y de los involucrados para absorver nuevos conceptos, adquirir capacidades que se requieran para asegurar el éxito en los resultados de la transformación y su estabilidad en el tiempo.
¿Qué pasa si no salimos de la zona de transición?
Debemos superarla para llegar a los objetivos propuestos, de lo contrario observaremos:
- Resultados negativos, incluso podrían ser peores que al inicio
- Beneficios solo marginales
- Mayores costos y esfuerzos que los presupuestados
- Retrocesos a las antiguas formas de trabajar, luego de cierto tiempo
- Desmotivación, clima negativo en la empresa
- Excesiva rotación de personal
- Dificultades en la adquisición de las habilidades necesarias
- Descrédito porque se tarda más tiempo que el estimado, con resultados no esperados
- Debilitamiento de la cadena de liderazgo
Cabe destacar, que la implementación de estrategias y planes de trabajo para motivar el compromiso de los individuos afectados es una de las técnicas para minimizar estos 3 factores condicionantes.
El proceso de Transformación digital juega un papel significativo en las empresas y no debemos dejarlo al azar, a la inercia, a la improvisación, a la costumbre o a la experiencia en otros cambios. Debemos planificar en cada caso, en forma adecuada y consciente, aunque sea difícil y trabajoso, nos devolverá buenos frutos.
Si anticipamos riesgos, efectos colaterales, ventajas y desventajas, podremos elegir con claridad la dirección a seguir y facilitar el éxito de la Transformación digital.
¿Te gustó? ¡Comparte!
¿Necesitas analizar el tema? Si me llamas lo haremos juntos