La Transformación digital y la disrupción han generado, sin lugar a dudas, incertidumbre para todas la empresas, y cada una ha tomado diferentes caminos para adaptarse o no han tomado ninguno.
Relacionada con la interrupción está la flexibilidad de una organización.
Según Donald Gerwin: La flexibilidad no sólo es una herramienta con la que las empresas logran adaptarse a la incertidumbre existente en el mercado, sino que también hace factible que las empresas, por ellas mismas, generen incertidumbre para la competencia.
¡Gran aliada de nuestras gestiones de marketing!
En Transformación digital, las nuevas tecnologías y las personas involucradas en el proyecto son componentes importantes para llevarla a cabo con éxito y la flexibilidad está ligada a estas dos variables, como la menor o mayor capacidad de cambio que puede afrontar la empresa.
Ser flexibles en tecnología digital y ser flexibles en recursos humanos nos llevará, sin dudas, hacia la Transformación digital que nos planteamos como objetivo.
¿Cuánto podemos ser susceptibles al cambio, de acuerdo a las necesidades de la empresa?
¿Hasta dónde podemos llegar en nuestra Transformación digital, teniendo en cuenta la flexibilidad que poseemos?
Para utilizar nuestra flexibilidad nos basamos en acciones y, la capacidad de llevar a cabo esas acciones nos confiere mayor o menor ductilidad.
No todas las acciones son posibles o están al alcance de nuestra organización, solo las que son factibles van a darnos la plasticidad en cada proyecto. Y, un poco más allá, una acción es posible en función de las capacidades y de los recursos de la empresa.
- En resumen:
La Transformación digital crea incertidumbre y como tal, está ligada a la flexibilidad empresaria.
La flexibilidad la medimos en acciones y, estas dan forma a nuestros emprendimientos.
Las acciones están limitadas por los recursos, las capacidades y el sistema de organización de la empresa, que nos permiten implementarlas satisfactoriamente.
Así pues, deberemos identificar y adquirir los recursos que permiten el desarrollo de estas acciones.
Uno de ellos es el dinero. Y es, quizás, el recurso más flexible en una organización, podemos usarlo en función a las dos variables que mencionamos, para la adquisición de tecnología digital o fortalecer la gestión de cambio para nuestra Transformación digital.
¿En qué nivel de flexibilidad nos encontramos?
Un nivel de flexibilidad bajo indica que las posibilidades de maniobra son limitadas. Estamos ante empresas de cultura conservadora y estructura centralizada. Tienen miedo a los cambios y existe mucha incertidumbre hacia la interrupción digital. Nunca llega el momento de iniciarse en la transformación.
Hay otro tipo de empresas que no son tan rígidas, sin embargo, tienen igualmente un reducido nivel de flexibilidad. Planifican las acciones y tienen mayores posibilidades frente a la Transformación digital, pero su cultura sigue siendo conservadora y permiten pocos cambios.
Las organizaciones con alto nivel de flexibilidad muestran una estructura realmente innovadora, maleable y facilitan su adaptación a la Transformación digital. Planean sus acciones, evalúan, capacitan, hay segumientos, etc. Este tipo de empresas no forman un estilo standart ni establecido, hay distintos tipos de acuerdo a sus recursos, capacidade, objetivos y necesidades.
Analicemos ambas variables, en función al tipo de empresas, y como se comportan frente a una mayor o menor flexibilidad de adaptación a las iniciativas de Transformación digital.
Sobre la base del gráfico de Jason Bloomberg en Wired, en el eje de ordenadas tenemos a las personas y en el eje de abscisas la tecnología digital.
Muchas de las empresas tradicionales las encontramos en la esquina inferior izquierda. Se caracterizan por tener casi nula flexibilidad, y en estas condiciones un cambio, por más leve que sea, se torna imposible.
Cuanto más cerca del origen de coordenadas se hallen, más improbable que inicien una Transformación digital. Algunas no se plantean el tema por creer que es una moda, y otras lo hacen, pero no conocen el camino para comenzar. Quedan varadas frente a la Transformación digital.
Para salir de este lugar muchas organizaciones se concentran en la compra de tecnología, buena iniciativa, pero lo hacen sin pasar por cambios culturales, que llevarán a los individuos vinculados a ser más flexibles frente a la transformación.
El movimiento de la organización hacia la derecha, del gráfico, es concreto y firme con mucha seguridad , aumentan su flexibilidad tecnológica. Pero temprano más que tarde, verán que tener solo marketing móvil o gestionar redes sociales los lleva a esfuerzos sin frutos y que no conducen a la transformación deseada.
Las acciones que realizan suelen provocar enojos en los clientes, retrasos en las gestiones, o aumentos de costos, por ejemplo. Es una característica de las gestiones de estas empresas poseer muchos seguidores y no saber que sentido tiene o para qué utilizar los datos obtenidos.
Otras empresas, se mueven hacia arriba del eje de ordenadas, hacia una mayor flexibilidad de los recursos humanos entrando en una prometedora iniciativa digital. Sin embargo, no poseen relación con una tecnología flexible, está obsoleta o en lugar de unir esfuerzos digitales con el departamento de informática, se mantienen aislados.
Esto desemboca en trampas peligrosas para los esfuerzos que comienzan con mucho ímpetu.
No es solo la nueva tecnología, ni tampoco gente super capacitada, son ambas dimensiones trabajando juntas.
Las Transformación digital no es difícil, pero sí puede ser engañosamente compleja, si las organizaciónes no cambian su flexiblidad de adaptación en las dos variables mencionadas.
El objetivo para una Transformación digital con éxito debería situarse en un un lugar cómodo para las gestiones digitales: la esquina superior derecha del gráfico.
Alta flexibilidad de adaptación en tecnología y alta flexibilidad de adaptación en personal involucrado.
En ese lugar, están todos los elementos necesarios para construir un nuevo modelo de negocio, innovador, auto organizado en equipos que pueden responder a la interrupción con una ventaja competitiva considerablemente importante.
¿Dónde se encuentra tu empresa? ¿Hacia dónde se mueve?
¿Quieres estar arriba y a la derecha?
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