Parte dos: El usuario frente a los contenidos digitales
En la primera parte vimos la importancia del equilibrio entre contenidos y diseño para atraer usuarios, en la parte dos vamos a tener en cuenta cómo actuan frente a estos contenidos digitales.
El lector pasa por tres etapas:
Primera etapa: de examen
Con una mirada a vuelo de pájaro, el usuario quiere saber de qué se trata el contenido y si es lo que le interesa.
Veamos:
Las formas más destacadas cómo títulos y subtítulos, imágenes… llaman la atención por primera vez.
A priori, estas formas revelan algo. Tenemos tanta experiencia en ver imágenes, leer revistas, periódicos que con solo observar la vista general sabemos de qué se trata. Los interpretamos inmediatamente.
Por este motivo, es tan importante la correcta elección de las imágenes alusivas a los contenidos que estamos tratando, los tamaños de letras, tipo y ubicación.
Debemos transmitir el concepto con todos los elementos a nuestro alcance.
Vale un ejemplo:
Seguramente ya saben que se trata de un partido de fútbol, mundial o torneo. No hace falta demasiadas aclaraciones, de hecho no tiene explicación, está escrito en “texto falso”, que se utiliza de relleno para maquetar.
No significa nada al leerlo, pero se puede interpretar sin inconvenientes solamente mirando la estructura.
Hacemos uso del diseño para que comprendan qué tema vamos a tratar.
La imagen tiene un potencial comunicativo inmenso.
¡Aprovecharlo, se ha dicho!
Tanto el estilo de la letra como su tamaño informan y atraen, mucho antes de que comience la lectura. Estamos acostumbrados a leer mucho con ciertos parámetros, conocemos que significa:
- El título: la letra más grande e indica el quid del contenido.
- El subtítulo: letra más pequeña que el título y agrega algunos detalles.
- Las versalitas, las negritas: datos destacados.
Por este motivo, aplicar la estructura básica de la pirámide invertida de la información usada en publicidad y periodismo, que la ordena de más importante a menos importante es muy buena opción. Los lectores la tienen asimilada.
Luego de titulares, el primer párrafo asume un importante papel: en él debemos colocar los datos principales del tema a tratar y repetir todas las palabras que aparecen en el título y subtítulo.
Para enfatizar el mensaje es aconsejable no olvidarnos de responder ciertas preguntas que detallo en la ilustración.
No siempre estarán todas estas respuestas, serán según nuestro criterio al armar los contenidos.
Segunda etapa: de decisión
Los usuarios deciden leer y avanzar pero pueden parar la lectura en cualquier momento si les resulta monótona, aburrida o que no les aporta nada.
Nuevamente hacemos uso del diseño, nos apoyamos en flechas, subrayados, notas, despiece, gráficos, cuadros, fotos, ilustraciones, remarcamos diálogos, todo por supuesto acorde al tema que se trata.
De esta forma vamos guiando la lectura, una flecha llamativa aquí, un despiece aclaratorio más abajo, un dibujo… ¡cada vez avanzan más!
Tercera etapa: de confirmación
En esta etapa, ya está convencido que esos contenidos son para él, entonces les dedica más tiempo.
El internauta lee el cuerpo del texto en su totalidad, interpreta las imágenes y las vincula. Interpreta, se conecta.
Sabe qué se ofrece y en qué se beneficia.
Estos lectores son los que nos resultan interesantes, cuanto más tiempo se los retiene más probabilidad hay de cumplir con los objetivos de los contenidos realizados.
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Consultas:
Cassany, Daniel.La cocina de la escritura. (Libro en línea) Consulta 2014
Fotos: freedigitalphotos.net
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